Con intenciones de una noche tranquila [Axel] +18

Poco a poco... o muy rápido, segun cómo se mire, Mary quedó semidesnuda ante mí. Lanzó su chaqueta al césped mojado, y prosiguió con sus besos, a lo largo de todo mi torso, ya despojado de la camiseta, que estaba al pie del árbol.
Me estremecí al sentir su mordisco en mi cuello, dejándo una marca. Pero el verdadero escalofrío llegó al mismo tiempo que su boca a mi vientre. Haciendome escapar un murmullo algo sonoro.

- Uh... buscas algo ahí abajo, nena...? -sonreí, cerrando los ojos.

*Sonreí divertida al escucharle y levanté la vista mirándole.*
-Vaya, ¿hay cosas mas para debajo de aquí? Yo no lo sabia…tendré que averiguar, ¿no crees?
*Pregunté con inocencia mientras le desabrochaba el cinturón y después el botón con los dientes. Mis manos bajaron su cremallera y metí mi mano dentro acariciando la entrepierna de Axel divertida mientras levantaba la cabeza mirándole con cara de sorpresa.*
-Hay una cosa grande y gorda aquí abajo, ¿tu lo sabías?
*Volví a besarle en la tripa mientras mi mano seguía acariciando su bulto por encima de la tela.*

No tardó en comenzar a explorar una vez más. El bulto de mi entrepierna era poco menos que evidente, por lo que ni me molesté en negarlo. Ya no hacía falta, mi novia tenia plenos derechos sobre mi cuerpo. Reí ante su pregunta y la dejé hacer. Si hacía frío no me daba cuenta, la sangre me hervía, literalmente.

- Mmm... -su tacto en mi entrepierna era muy agradable- Te has tomado en serio lo de “rápido”... -murmuré, el voz baja.

*Me senté de nuevo sobre él y le dediqué una divertida sonrisa mientras acariciaba su cuello con mi dedo índice y me echaba hacía adelante si llegar a besarle pero con nuestros rostros muy cerca*
-Es que sino no nos dará tiempo a hacerlo en el coche, en la cama y en la mesa…que no hemos empezado en una mesa…seguro que eso nos trae mala suerte.
*Dije bromeando mientras depositaba un beso en su nariz*

Así cómo se había colocado, hacía imposible el desnudarla, pero la dificultad entrañaba diversión. Al menos, no iba a quedarme con los brazos cruzados. Desabroché el sujetador, dando carta de libertad a unos pechos erectos. Ya fuera por el frío o por cualquier otra cosa.

- Si quieres, puedes empezar tú... -sonreí, travieso, señalándole mi entrepierna con la mirada.

La lluvia, lejos de arreciar, estallaba con violencia contra el llano, e iluminaba intermitentemente, en intervalos largos de tiempo, con los relampagos que rasgaban la oscuridad. Con esa misma luz, podía ver un destello de los ojos llenos de lujuria de Mary.

*Sonreí divertida al escuchar las palabras de Axel y cogi un lado del pantalón con los dientes tirando hacia abajo bajándole ese lado acariciando con mis labios la piel de sus muslos. Después cogi el otro y tiraba de él también hacia abajo hasta las rodillas. Mis labios acariciaron el bulto por encima de la tela y mis dientes lo mordieron con suavidad para por hacerle daño. Le bajé los boxers y me relamí los labios divertida al ver su miembro ante mi. Como la otra noche, mi luenga acaricio la punta de su miembro haciendo que desease mi boca entre su miembro.*

El mordisco dolió un poco, pero el placer que sentí en cuánto su lengua recorrió mi pene, hizo que olvidara enseguida ese pequeño dolor. Finalmente acabé casi desnudo, en contra de todos mis pensamientos. Mi pantalón y mi ropa interior estaban a la altura de mis muslos. Sus labios acechaban, pues todavía no se lo había metido entero. Yo no podía resistirme.

- No te hagas tanto de rogar... -le cogí suavemente la cabeza y la bajé, para que introdujera el miembro en su boca, que parecía fuera a reventar, debido a toda la sangre que acumulaba.

*Sentí como cogia mi cabeza y la bajaba haciendo que su miembro entrase entero en mi boca. Empecé a mover mi cabeza con lentitud mientras mis manos estaban colocadas en sus muslos acariciándoselos con las yemas de mis manos y arañándoselos sin mucha fuerza dejándola la marca roja. La lluvia caía con fuerza y estaba segura de que debía hacer frío aunque yo no lo sentía, tenía más bien calor. El agua de la lluvia caía sobre mi piel debido al aire que hacía.*

- Mmm... -murmuré.

No podía hablar, me limité a concentrarme en aquella maravillosa boca que tan bien jugaba con mi pene en su interior. Puse la otra mano sobre la cabeza de Mary, acompañando el vaivén. Estábamos muy calientes, a todas horas. En menos de dos días, habíamos hecho el amor dos veces, y la tercera estaba por llegar. Y esas cifras eran altas teniéndo en cuenta que no vivíamos juntos.

Impulsé su cabeza casi por completo, introduciendo todo mi miembro en su boca. Aquello me hizo abrir la boca, con los ojos cerrados y sin emitir sonido alguno. Estaba en el maldito cielo. La tormenta no estaba ahí fuera, estaba en nosotros.

*Axel empujó hacia abajo mi cabeza haciendo que su miembro entrase entero en mi boca. Pasé mi lengua por la punta de su pene cuando hizo eso y empecé a nuevo a mover la cabeza con rapidez. Y mi pobre madre estaba enfadada por que pensaba que estaba tomando algo con una amiga, si se enterase de lo que estaba haciendo le daba un ataque al corazón. Mis manos acariciaban todo el cuerpo de Axel que lograban alcanzar a tocar*

Cogí sus manos a medida que aparecían en mi cuerpo y las acaricié. Pequeñas gotas de agua rozaban mi piel, aunque no me hacían sentir frío, la temperatura de mi cuerpo distaba mucho de ser fría.
Jugueteaba con su pelo mientras ella seguía a lo suyo. Mi mente estaba en blanco, todos mis impulsos se dirigían al mismo sitio, bien concentrados ellos.

- Si paras te castigaré... -solté un gemido, sin reprimirlo, estaba en medio de un valle- Ooh... No se te ocurra parar, joder...

No recordaba nada parecido. Simplemente Mary había roto todas las expectativas en lo que se refería al sexo. Brutal.

*Me reí al escuchar lo de que me castigaría y me vi tentada parar pero no era tan mala…bueno, si que lo era pero no en este instante o ¿quizás si? Separé mi boca de su miembro dándole un último lametón y empecé a acariciar su pene con mi mano mientras le miraba con una divertida y burlona sonrisa*
-¿Y con que me vas a castigar?
*Pregunté juguetona sin dejar de mover mi mano.*

- No quieras saberlo... -sonreí y volví a poner una mano en su cabeza- ...vamos, sigue, lo estás haciendo muy bien.

Una mezcla de deseos se formó en mi pecho. En realidad quería ponerla contra el arbol y volver a probar lo que habíamos hecho ya tantas veces, dominándola, haciéndola mía, literalmente. Pero por otra parte, me encantaba que me deleitase con esa boca que parecía salida del mismo cielo. Que dilema, que dilema.

*Puse pucheros como una niña pequeña y baje de nuevo mi cabeza pero tan solo pase la lengua por su punta divertida mientras mi mano seguía acariciando su miembro pasando de lento a rápido y después otra vez a lento. De nuevo volví a meter su miembro en mi boca y dejé que mi lengua jugase con él durante unos instantes pero después me lo saqué de nuevo y sonreí a Axel divertida.*
-Sabes…Si quiero saberlo.
*Dije juguetona dejando de acariciar su miembro.*

Quería saberlo. Suspiré, mirándola como si fuera un sacrificio para mí, aunque interiormente también lo deseaba. La cogí por los brazos, y la puse en pie, levantándome yo también. La coloqué algo bruscamente de cara al árbol, y separé sus piernas para acariciar su sexo por detrás. Pegué mi entrepierna entre sus nalgas y me acerqué a su nuca, inspirando su aroma.

- Tú cuál crees que es el castigo, ¿eh, malcriada? -le dije, mientras la acariciaba con más fuerza, a la vez que le hacía sacar más el trasero- Responde.

Siempre se metía en líos.

*Axel me levantó del suelo y me colocó de cara a un árbol con brusquedad. Mi corazón latía con fuerza y una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras cerraba los ojos al sentir como acariciaba mi sexo por detrás. Un gemido escapó de mis labios al sentir como me acariciaba con las fuerza y apoyé mi frente sobre el tronco del árbol.*
-No…no lo sé. Solo soy una…ahhh…niña inocente.

- Incorrecto, esa no es la respuesta que quería oír.

Levanté su falda y la azoté en el trasero, por encima de las braguitas. Empezaba el castigo, un castigo que para mí se antojaba muy divertido. Y algo me decía que para ella también. Me pegué más a Mary, sintiendo mi erección crecer un tanto, aquella niña me excitaba muchísimo.

- Te preguntaré otra vez, de otro modo... ¿cuál quieres que sea el castigo, eh? -apreté uno de sus pechos en mis manos, pellizcándo el pezón.

*Sentí como levantaba mi falda y cuando me azotó un pequeño grito se escapó de mis labios que quedó silenciado por un trueno. Axel se pegó todavía mas a mi haciéndome sentir su erección contra mis nalgas y sonreí todavía mas. Eché mi cabeza hacía atrás soltando un gemido cuando pellizco mi pezón. Tragué saliva y abrí la boca para hablar.*
-El que tu…me quieras dar.
*Dije finalmente jadeando.*

Respuesta incorrecta de nuevo.
La azoté, ésta vez ligeramente más fuerte. Por muy divertido que fuera, por primera vez, quería mandar sobre ella, que se sintiera mínimamente dominada. Pasé mi mano por dentro de sus braguitas rozando el clítoris con los dedos. Estaba empapada, muy muy húmeda.

- Vamos, pídeme tu castigo, si lo estás deseando... -la agarré ligeramente del pelo. Dominada, pero no maltratada, son cosas diferentes- Dilo.

Susurré en su oído. Yo me sorprendía de aguantar tanto sin penetrarla, estaba a mil.

*Solté otro grito al sentir como me azotaba de nuevo y mis manos hicieron un intentando de arañar el tronco pero sin resultado. Otro gemido escapó de mis labios al sentir como metía su mano por dentro de mis braguitas rozando mi clítoris sintiendo lo excitada que estaba. Eché la cabeza hacia atrás cuando cogio mi pelo mirándole a los ojos con lujuria, deseo, ansia, necesidad…*
-Que…que me hagas tuya una vez mas.
*Dije jadeando.*

- ¿Ves como no era tan difícil?

Me sonreí y me puse tras ella. Le bajé las braguitas hasta las rodillas y metí dos dedos en su vagina para sacarlos rápidamente. Levantando un poco la falda de su vestido dejé a la vista todo su culito, algo rojo debido a los azotes. Azotes que volví a propinarle, ésta vez uno en cada nalga.
Puse mi pene en la entrada de su vagina para penetrarla sin tregua desde la primera embestida. Volví a agarrarla del pelo.

- Aaahh... No sé por... quee.... me da la impresió..ooh... de que buscas ésto a todas... ah, horas. -empezaba el recital de jadeos y gemidos.

*Sonreí divertida al escucharle. Mis manos y mi frente estaban apoyadas en el tronco del árbol. Solté un pequeño jadeo cuando metió dos de sus dedos en mi vagina sacándolos rápidamente. Sentí como me azotaba de nuevo y apreté los dientes para no gritar otra vez. Cuando me penetró mis uñas hicieron el intento de clavarse en el tronco sin llegarlo a conseguir. Cuando cogio mi pelo eche la cabeza hacia atrás apoyándola en su hombro sonriendo.*
-Soy una…ahhh…adolescente, no pi…pienso en otra cosa.
*Dije medio bromeando medio en serio.*

- Quiero oirte gemir, gritar...

La sujeté por las caderas, facilitando así el movimiento de entrada y salida. Una vez más, estaba tan mojada que no había hecho falta un juego preliminar extenso. Levanté una de sus piernas por la parte anterior de su rodilla, de ésta forma, la penetración era más sencilla. Aproveché y le propiné otro azote. En realidad, después me daría cierta lástima, pues le dolería una o dos horas, pero en ese momento ni se me pasaba por la cabeza. Los dos jadeabamos como animales, tal era la pasión.
Empecé a estimular su agujero, ya que estaba claro que iba a meterla por allí también, pero no terminaría ahí la cosa. Esa noche no.

- ¿Qué, lo pasas bien...? -pregunté, con tono lascivo.

*Sonreí divertida al escucharle y deje de reprimir mis gritos y gemidos dejándolos salir a sus anchas. Algunos con su nombre, otros simplemente sonidos, o pidiéndole que no parase. Solté un sonoro grito entre placentero y doloroso cuando me azotó de nuevo en el trasero, seguro que ya estaba mas rojo que un tomate pero eso me lo pagaría. No sería hoy, ni tampoco mañana pero algún día lo haría y además ya tenia pensado mi castigo y lo mio si que era un castigo, dejarle con el calenton, no había peor cosa en el mundo que eso, debería ser un pecado capital.*
-Si…ahhh…lo paso…Dios…genial.

De repente paré. Dejé de penetrarla en seco y me separé de ella con una sonrisa en los labios. Me subí el pantalón muy rápidamente, sin darle tiempo a reaccionar. Cogí mi camiseta, sin ponérmela, y fuí corriendo hacia el coche, riendo.
Antes de entrar en éste, y mientras me mojaba, la miré unos segundos.

- ¿Lo pasas bien? -pregunté, sacando las llaves- Entonces ven a por más... ¿no?

Me estaba mojando bastante. No importa, algo me decía que pronto, fuera donde fuera, en el coche, en mi casa, en... cualquier lugar terminaría desnudo. Estaba muy caliente, pero a veces, para darle emoción a los juegos, alguno de los jugadores había de darle ventaja al otro.



(OFF: Prometo que lo había pensado antes que tú =PPP)