Aburrido de esperar {Libre}

-Mañana no puedo, Fred, pero estamos el lunes seguro, ¿de acuerdo?-le dije amablemente al pequeño Fred, al que solia darle clases particulares cuando lo necesitaba.-¡Nos vemos el lunes!-dije mientras cerraba la puerta del instituto y alzaba la voz cuado el chaval empezo a correr, camino a casa.

Suspire sonoramente y empece a revolver en mi mochila, en busca de las llaves de la camioneta. ¿Donde las habia puesto?

-Bueno-murmure molesta conmigo misma-¿Donde habre metido yo..?-di una pequeña sacudida al la mochila y puse los ojos en blanco. Podia llegar a ser tremendamente despistada si me lo proponia.

Alce la cabeza y me entre de lleno con Aaron Ferriet. Al principio me senti avergonzada; habria pensado que hablaba sola o algo asi, o que estaba loca, directamente. Despues la verguenza se transformo en una ligera sonrisa, y mi mano se levanto sola y se agito, saludando brevemente al chico.

Una sonrisita divertida se habia dibujado en su cara al ver toda la situacion y se conviritio en una sonrisa real cuando ella le miro y sonrio. Imito su gesto y el tambien saludo con la mano, algo que le hizo sentir estupido. Podria haber hecho algo bastante mejor que saludar con la mano.

Tiro su cigarrillo y se separo de su coche para acercarse a ella.

-¿Algun problema? -le pregunto.

-Alguno que otro-respondi bromeando. Era lo que necesitaba, una broma, aunque perder las llaves no tenia ni pizca de gracia.-Creo que he perdido las llaves mi coche-le explique, cerrando la mochila y colgandola en mi hombro. Ahi no estaban, quizas en clase o a lo mejor tendria que volver a mirar en la mochila.

-Si quieres puedo ayudarte a buscarlas... -le propuso el. Tal vez se las habia olvidado en clase o en la taquilla- Estoy esperando a Regina, pero si necesitas ayuda -se ofrecio. Sonrio de lado- O si lo necesitas te puedo llevar a casa. Si salen las animadoras y no estoy Regina puede irse con alguna amiga, se enfadara, pero se le pasa rapido... -sonrio de lado y encogio los hombros.

Abri los y aprete los labios al tiempo que me alzaba los hombros y un poco los brazos; no sabia que hacer, para ser sincera. Lo mas faci habria sido apoyar la mochila contra un coche y volver a rebuscar en ella, pero la idea de que el chico se ofreciera a llevarme me intrigo un poco. Luego aparecio el nombre de Regina y volvi a rescatar mi primera opcion, seguro que estaban ahi, en la mochila, bajo los libros o algo asi.

-¿Sabes?-alce un dedo y me deslcogue la mochila del brazo- Acepto si me ayudas a buscarlas, creo que si las meti aqui-sonrei ligeramente y camine unos pasos hacia el- Me basta con que sujetes la bolsa un poco, no pesa demasiado-le aclare. No quria parecer una pesada.

-Gracias-murmure, sonriendo de medio lado a la vez que rebuscaba.

No podia creerlo, la primera vez que hablaba oficialmente con Aaron y era porque habia perdido unas llaves. Patetico. Encima estaba esperando a Regina...A ella no le haria mucha gracia verme alli, pero bueno.

¡Ahi estaban! Las llaves habian aparecido engachandas en las arandelas de un cuaderno. Las desenganche y las saque con gesto triunfante.
-Sabia que no las habia olvidado-rei brevemente y mire al chico.

Cerré la mano en un puño y apreté las llaves dentro de el; no pensaba soltarlas hasta llegar a casa. Sonreí después a Aaron, que tambien lo hacía. El capitán siempre me había parecído diferente...Intrigante.

-Bueno...-suspiré, acomodandome de nuevo la mochila sobre el hombro. La verdad era que me apetecía quedarme un rato más allí, pero tampoco tenía demasiado que decirle, a fin de cuentas no le conocía mucho.

Sonrio levemente. Ella ya habia encontrado sus llaves, por lo que no habia nada que siguiera reteniendola alli. Metio las manos en los bolsillos de sus vaqueros y solo la observo, durante un rato, sin decir nada.

-Entonces imagino que uno de los dos ya puede volver a casa... Yo seguire esperando.

Sujeté un mechón de pelo tras la oreja y asenti un par de veces. Tenía razón, ya no hacía falta que me entretuviese mas allí, estaba todo solucionado. Aunque el problema no era el poderme irme...Simplemente, por razones desconocidas ( si, claro ) no me apetecia moverme.

-Sí, supongo que ya puedo marcharme-sonrei ligeramente, acomodandome un poco mejor la mochila-¿Tú esperaras a Regina, no?

Hombre, era obvio, ya me había dicho que sí. Hacer tiempo no era lo mío...Era pésima.

-Si... -dijo simplemente- Se ve que nadie mas la podia llevar. Nuestro entrenamiento ha terminado hace un rato y las animadoras no han salido aun. Bueno, no todas -sonrio de lado- Asi que me tocara esperar si no quiero tener problemas...

-Claro-asenti como si comprendiera. ¿Qué mas me daba a mi Regina O' Calahan, a ver? Me estaba comportando como una niña, supuestamente yo era madura y pasaba de ese típo de gente. Esa gente que discriminaba a los que no eran como ellos, guapos y adinerados...Y ahí estaba yo, babeando como una autentíca niñata.

Me rasqué la frente brevemente y le dediqué suave sonrísa.
-Pues, entonces...Ya nos veremos-vamos, no era tan dificil-Espero que no tengas que esperar demasiado, no hace mucho calor hoy-ahora parecía una madre. Me dí la vuelta y camine hacia mi coche. No podía para de hablar, era patético.

Camino con ella, pues su coche estaba aparcado a unos metros del de la chica. Volvio a apoyarse en su jaguar, regalo de su padre, y la miro. Tenia la tentacion de pedirle que se quedara y esperase con el.

-¿Que tal las clases? -le pregunto. Aquella era, sin duda, la pregunta mas tonta que se le podia haber ocurrido.

Paré a mitad de camino y sonreí de madio lado, bajando la cabeza. Bueno, era de mala educación dar la espalda y no contestar. Me dí la vuelta aun sonríendo y volví sobre mis pasos, hacia su coche.

-Bien-asentí un par de veces-¿Y qué tal las tuyas?

-Bien, creo... -sonrio de lado- Al menos eso me ha parecido a mi...

Era sabido por todo el mundo que los jugadores de futbol debian mantener una nota media alta en las notas si querian permanecer en el equipo, por lo que debia esforzarse. Habia profesores que tenian mas manga ancha con los deportistas, pero a el no le gustaba que le regalaran nada. Su respuesta habia sido algo tonta, al igual que su pregunta; pero, al menos habia servido para que ella se acercara.

-Me alegro-comenté riendo con suavidad-Las clases son importantes-aquello último fue casi una preguna, seguro que lo había notado. Pero esque era un conversación bastante extraña, no había mucho que contestar y lo que se contestaba daba risa, al menos a mi.

Escuché una carcajada de chica proveniente del gimansio. No reconocí quien era, no tenía superpoderes, pero Regina estaba con esa chica, seguro. Estaban acabando y yo seguía allí.

-Si, lo son y mas cuando es tu ultimo año y aspiras a marcharte de aqui... -comento. Escucho la estridente carcajada proveniente del gimnasio y despues volvio a mirar a Rory y le hizo la pregunta que deberia haberle hecho desde el principio- ¿Te quedas a hacerme compañia? -planteo la pregunta como si fueran amigos y realmente supieran algo el uno del otro. Miro a la chica y sonrio de lado.

Escuché la pregunta de Aaron y sentí que debí haberle propuesto quedarme un rato con él, hasta que Regina terminara. Formuló la pregunta de un modo amistoso, casi sentí confianza hacia él.
-Claro que sí-le dediqué una sonrisa.

Ahora que me quedaba tenía que decir algo yo, cualquier cosa para pasar el rato.
-Y, entonces, ¿este es tu último año en el St. Jenkins?-pregunté mirandolo.

Asinto con la cabeza tan solo una vez. Aquel era su ultimo año en el instituto, sus notas eran demasiado buenas como para imaginar lo contrario.

-Y mi ultimo año en Port Hedland si hay suerte... -dijo, sonriendo de lado.

Vio acercarse a Regina a paso rapido, parecia que de pronto le habia entrado la prisa. Cuando llego junto a ellos rodeo el cuello del chico con sus brazos y se besaron. Cuando se separaron ella se quedo abrazada a el y el chico rodeo sus hombros con un brazo, limpiandose los restos de gloss de manera disimulada con la otra mano. Odiaba esa sensacion pegajosa.

-No pasa nada, nena... -murmuro- Rory estaba haciendome compañia -dijo, dejando claro cual era el nombre real de la chica. Despues dirigio su mirada a Rory, tan solo un segundo, pidiendole disculpas de manera silenciosa, con una sonrisa ladeada.